Preguntas básicas sobre impuestos y desarrollo

Tras el rechazo de la idea de legislar sobre la reforma tributaria en Chile y cuando se plantea la opción de llegar a un mega acuerdo, entre otras materias, acerca de los impuestos, vale la pena volver a hacerse preguntas que, por básicas que parezcan, son imprescindibles de contestar para comenzar el diálogo desde un piso común. ¿Cómo ayuda (o perjudica) a Chile un aumento en la carga tributaria? ¿Cuál es realmente el efecto que tiene una expansión impositiva en el progreso económico del país?

Como dijo el Presidente Ricardo Lagos en un seminario hace unos años, “la tarea número uno de Chile es crecer, todo lo demás es música”. En ese momento (2017), el PIB tendencial de Chile era 2,0%; hoy es 1,7% y la consigna está más vigente que nunca. Pero, ¿cómo se crece? Las economías se expanden mediante aumentos de la productividad, la ocupación y, de manera muy importante, la inversión. Chile será una economía más grande y próspera en la medida que más personas, chilenas y extranjeras, decidan invertir su capital aquí.

¿Qué efecto tiene un aumento de los impuestos en la inversión y en el emprendimiento? En un paper publicado por el National Bureau of Economic Research y con comentarios de académicos de la talla de Barro, Mankiw y Summers, los autores (economistas de Harvard y el Banco Mundial) exponen algunas conclusiones:

  1. En una muestra de 85 países de variados niveles de ingreso y en diferentes geografías, un alza de 10 puntos porcentuales en la tasa de impuestos efectiva reduce la tasa de inversión (como porcentaje del PIB) en 2,2 puntos porcentuales (la tasa de inversión promedio de la muestra es 21,5%). El mismo aumento en la tasa de impuestos efectiva, deriva en una reducción de la tasa de inversión extranjera directa (“IED”) de 2,3 puntos porcentuales (la tasa de IED promedio de la muestra es 3,4%). Los autores califican los efectos del alza en la tasa de impuestos efectiva en la inversión y en la IED como estadísticamente significativos y de gran magnitud.

  2. El efecto de un alza impositiva en el emprendimiento también sería muy relevante. Un aumento de 10 puntos porcentuales en la tasa de impuestos efectiva reduce la densidad de creación de nuevos negocios en 1,9 empresas por cada 100 personas (la densidad promedio de la muestra es 5,0).

  3. Adicionalmente, los autores advierten acerca del incentivo que generan las alzas de impuestos a la actividad informal. La caída en indicadores de inversión y emprendimiento en parte son reflejo de una menor actividad pero una fracción es consecuencia del tránsito hacia la informalidad, con la consecuencia que esto tiene en la calidad del trabajo, la competitividad y otros temas que impactan directamente a los más desposeídos.

¿Cómo saber si Chile correría esta misma suerte ante una hipotética alza impositiva? No hace falta ir muy atrás para esbozar una respuesta. Si vemos la evolución de la tasa de inversión en Chile durante las décadas recientes, ésta creció casi 10 puntos porcentuales durante la segunda mitad de los años 80. Se trataba de un periodo post recesión donde se redujeron los impuestos para incentivar la acumulación de capital. La inversión siguió creciendo paulatinamente durante los años 90 llegando a su peak en 1997. No sorprende que en esos años hayamos visto un crecimiento promedio del PIB holgadamente superior al 6%, en tiempos que el mundo crecía al 3,2%. En cambio, si se observa la trayectoria de la inversión más recientemente, ésta ha mostrado una disminución consistente a partir de los años 2013 y 2014, coincidiendo con la promesa y la tramitación de una profunda reforma tributaria. ¿Qué ocurrió con el crecimiento a partir de esos años? En los 10 años anteriores a 2013, Chile creció a una tasa promedio del 4,7% anual, por encima del 3,1% al que creció el mundo, mientras que en la década posterior (incluyendo la proyección del FMI para 2023) Chile habrá crecido a una tasa promedio del 1,8% anual, mientras el mundo lo habrá hecho al 2,7%. Desde luego, el comportamiento de la actividad económica en Chile depende de numerosas variables y no se puede determinar una relación causal directa con la anterior reforma, pero la asociación no sorprende a la luz de los datos entregados por el estudio del National Bureau of Economic Research, antes mencionado.

Chile enfrenta grandes desafíos y el pronunciamiento del Congreso en relación con una nueva reforma tributaria puede transformarse en una oportunidad para revisar las prioridades. Es de esperar que las políticas públicas apunten hacia una mayor productividad por la vía del desarrollo y la atracción del capital humano, hacia una mayor seguridad para los trabajadores incentivando la formalización de la actividad económica, y hacia un aumento vigoroso de la inversión ofreciendo condiciones atractivas que mejoren nuestra competitividad como destino. Lo anterior le devolverá a Chile la capacidad de crecer, de lo cual depende toda opción de brindar mayor bienestar a sus ciudadanos.

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